El templo del silencio von María Teresa Mateo Ferrández

El Templo del Silencio, como sucede tantas veces en la vida y en la historia, no fue un proyecto premeditado, sino una causalidad fruto de un alto en el camino, de un mirar hacia atrás, de un ver en el punto en que te encuentras, de dónde vienes y hacia dónde vas.Tomé todas las piezas que fui escribiendo y guardando durante los últimos 20 años y observé que, unidas, formaban algo que nunca hubiese imaginado: un puzle, un lienzo, un retablo con sabor a poemario, una sinfonía que, a través de la palabra, daba voz y vida a mi vida.Una obra que integra las luces y las sombras que me han acompañado a lo largo de los años, un espejo que me permite ver y tomar consciencia de lo vivido y aprendido a lo largo del camino recorrido, de cómo cosas que antes adoraba, ahora carecen de sentido, de cómo ha cambiado mi mirada, pero todo, en el fondo, fue, es y seguirá siendo lo mismo.Un final, un principio, un templo en el que adentrarse en silencio y, entre luces y sombras, prosa y versos, contemplar que la vida es un misterio, un regalo, una gran oportunidad que nos invita a experimentar, integrar, trascender la aparente dualidad y amar; una aventura que nace y desemboca en la unidad.

¿Quién soy? Si me miro al espejo, puedo decir mi nombre, mi edad, mi género, mi lugar de nacimiento, mis aficiones y mis logros personales y académicos. Sin embargo, una vez que tuve entre mis manos El Templo del Silencio y leí cada una de sus reflexiones y versos, comprendí que no soy un participio, sino un gerundio, un faciendum y no un factum, como decía Ortega y Gasset. Soy arcilla, soy piedra, y la vida, mis pensamientos, mis acciones y mis experiencias me van modelando, esculpiendo, cambiando de forma constantemente, aunque la esencia es la misma y siempre permanece. De ella se han extraído y extraerán formas que jamás hubiese podido imaginar e incluso algunas que en su momento rechacé y de las cuales me enamoré una vez las contemplé.Aquí y ahora, me siento una buscadora, un alma inquieta ávida de sabiduría, acompañante de almas, aprendiz de vida, con un propósito, un objetivo: llegar a conocerme, esculpir la mejor versión de mí misma y acompañar a otros en su camino, poniendo a su servicio las herramientas que he ido adquiriendo a medida que transito yo el mío. Herramientas que considero tesoros por el gran impacto que han tenido y siguen teniendo en mi vida: traductora e intérprete, profesora de inglés, Terapeuta y Educadora Transpersonal, Especialista en Mindfulness y Terapia con el Arte, Facilitadora de Círculo de Mujeres, Especialista en Acompañamiento en Procesos de Duelo y Muerte e Instructora de Yoga y Mindfulness para Niños y Adolescentes.Miro hacia atrás y agradezco lo vivido y lo aprendido. Sé dónde estoy y, aunque desconozco cuál será finalmente mi destino, sigo adelante con paso firme y decidido, rumbo a una vida consciente, coherente y con sentido.¿Quién soy?Una escultura en continuo proceso creativo.

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